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Grandes errores en la traducción de campañas publicitarias

Un error de traducción publicitaria puede desencadenar dos posibles consecuencias: que resulte gracioso para el público y se viralice la campaña o que no se entienda y no cause el efecto esperado. Poniéndonos en lo peor, podría provocar las críticas de los clientes hacia la empresa dueña del producto publicitado. Para no asumir riesgos, el papel de una empresa de traducción con traductores nativos es fundamental. Los traductores nativos de una agencia de traducción se encargan personalmente de crear el humor con las expresiones del mercado al que se dirige la campaña, sin que este sea fruto de la casualidad por una interpretación producida a raíz de errores en la traducción de campañas publicitarias.

Una empresa a veces puede cometer errores

Estos son algunos errores en la traducción de campañas publicitarias que se han cometido por parte de las grandes marcas. Nadie se encargó de revisar y corregir los siguientes eslóganes:

KFC

Esta popular cadena de comida rápida estadounidense irrumpió en el mercado chino con el eslogan Finger lickin’ good (expresión en inglés que significa «Para chuparse los dedos»). El eslogan tuvo una traducción al chino, pero no se tuvo en cuenta el aspecto cultural: es una expresión occidental que en China no se utiliza. Los chinos la interpretaron como «comerse los dedos».

Este error le costó a KFC varios miles de dólares, puesto que tuvo que retirar la campaña, modificarla y volverla a publicar mientras sus establecimientos ya estaban abiertos al público en toda China.

FORD

El gigante americano de los coches también cometió un grave error de traducción al crear un anuncio destinado a Bélgica. Su empresa de traducción quiso utilizar una frase que resaltara los puntos fuertes de los vehículos: «Cada coche tiene una carrocería de gran calidad». Por desgracia, debido a un error en la traducción, la expresión quedó como «Cada coche tiene un cadáver de alta calidad».

Este error costo a Ford una crisis de imagen de marca en Bélgica muy importante. El error coincidió con un momento en el que los accidentes de tráfico estaban dejando un gran número de fallecidos en la carretera, y este eslogan no ayudo a calmar los ánimos.

HONDA

Siguiendo con los errores en la traducción de campañas publicitarias en la industria automovilística, este lo protagonizó Honda en el año 2001 cuando lanzó en los países nórdicos su nuevo coche al que llamó Fitta. No tuvo en cuenta que, en la antigua jerga sueca, danesa y noruega, esa palabra hace referencia al aparato genital femenino. Error que se agravó con el eslogan que utilizaron para acompañar la marca: «Fitta, grande por dentro y pequeño por fuera». Cambiaron el nombre del coche por Honda Jazz.

PEPSI

La marca de bebida reconocida a nivel mundial cometió el error de anunciarse en Taiwan bajo el eslogan publicitario «Revive con la generación Pepsi». La palabra «revive» sonó literal para los lugareños, quienes interpretaron que Pepsi devolvía la vida a los muertos.

Obviamente, mucha gente se llevó una decepción al comprobar que realmente sólo era una bebida refrescante sin poderes mágicos.

COCA COLA

De nuevo en China tuvo lugar otro gran error de traducción protagonizado por la archiconocida Coca Cola. Sus encargados de marketing no dudaron en lanzar su campaña con la expresión «Ke-cou-Ke-la», que para los chinos significa «yegua rellena de cera». Para cuando se dieron cuenta ya se habían hecho miles de carteles con ese sinsentido impreso. Por suerte, su agencia de traducción online estuvo atenta y sustituyó esa frase por «felicidad en tu boca».

ELECTROLUX

Increíble este error de la compañía escandinava de aspiradoras cuando quiso entrar al mercado estadounidense. Nothing sucks like an Elextrolux («Nada aspira como una Electrolux») fue el reclamo que utilizó para expresar que su máquina aspiraba el polvo como ninguna otra. La compañía no tuvo en cuenta que en esa expresión inglesa la palabra sucks tiene una connotación negativa; viniendo a significar algo como «Nada peor que una Electrolux». Cuando una campaña publicitaria comete este tipo de error, la compañía puede olvidarse de vender en el país.

KINKI

Esta es una de las agencias turísticas más populares de Japón, la cual tuvo que cambiar su nombre de marca cuando se introdujo en Estados Unidos. ¿La razón? En inglés estadounidense, kinki significa «pervertido».

MANGO

La marca de moda española empezó a comercializar en Francia sus pulseras de estilo esclava. Su traducción al francés se interpretó como «pulseras de esclavos». Por supuesto, nadie quería llevar una pulsera para esclavos visible en su muñeca.

Errores en la traducción de campañas publicitarias que pueden costar caros

También en las altas esferas de la sociedad y la política es necesario un servicio de traducción profesional, aunque a veces se den errores de traducción. A menudo se trata de fallos sin importancia provocados por la enorme cantidad de palabras y discursos a traducir en eventos y conferencias. Pocos son los que detectan estos fallos y su trascendencia suele ser nula.

Sin embargo, esto no ha sido siempre así. En algunos momentos de la historia ha habido hitos marcados por malas traducciones, malentendidos y otros problemas lingüísticos.

La importancia de las palabras y los significados: errores de traducción

Del mismo modo que se pueden dar errores en el mismo idioma por pronunciación o escritura indebida, también ocurre esto en las traducciones.

Los jefes de estado, diplomáticos y figuras importantes de la cultura están acostumbrados a dirigirse a personas o audiencias que no hablan su misma lengua nativa. De hecho, es muy habitual encontrar traducciones profesionales al francés o al ruso, así como traducciones profesionales al italiano para que cualquier persona pueda seguir una conversación.

El lenguaje es, en definitiva, un código. Una serie de caracteres o sonidos que significan una idea o un objeto de la vida real. Eso sí, el receptor debe descodificar correctamente el mensaje para que entienda perfectamente la idea u objeto a la que se refiere el emisor.

No obstante, hay tantas lenguas en el mundo y palabras en cada diccionario que a lo largo de la historia ha habido algunos fallos memorables.

Moisés, portando cornamenta

Hasta hace algunos siglos, Moisés era representado con unos cuernos. Estos eran a veces más grandes y otras más pequeños y discretos.

Esto fue culpa de San Jerónimo, que tradujo al latín las versiones clásicas de la Biblia en griego y hebreo. Esta biblia en latín pasó a ser la oficial de la iglesia durante más de mil años. En esta obra había un pequeño error de traducción.

La expresión kener or hace referencia en hebreo a un rostro brillante, pero el traductor confundió la palabra con el equivalente en latín de cuerno.

La visita de Jimmy Carter a Polonia

El entonces presidente de Estados Unidos viajó hasta Polonia en el año 1977 para intentar acercar posturas con el gobierno de dicho país. Para conseguir esto, contrató a un intérprete que le ayudara en sus discursos dirigidos al pueblo polaco.

No pudo ir peor aquel monólogo. Para empezar, el traductor hizo pasar un “salí de Estados Unidos esta mañana” por un “no volveré a Estados Unidos” en polaco. Esta frase ya alertó al público, que asistía confuso a este acontecimiento.

Luego hubo otras palabras que llevaron al equívoco también. Lo peor es que en estos casos se entendió un doble sentido de connotación sexual que encolerizó a algunos.

Definitivamente Jimmy Carter no consiguió hacerse entender, pero la culpa fue del traductor. Este sabía ruso, pero apenas dominaba el polaco.

Las dudas de la bomba atómica

Tras la victoria aliada en Europa, las potencias estaban intentando que Japón se rindiera y acabara ya definitivamente la Segunda Guerra Mundial.

Algunas palabras muy fuertes fueron dichas por el presidente estadounidense, asegurando que, si no se rendían, destruirían Japón. El primer ministro de Japón decidió convocar a la prensa y comentar las declaraciones de su homólogo americano.

La respuesta del nipón fue decir mokusatsu, una palabra que significa “sin comentarios”, pero que también puede entenderse con una connotación de desprecio. Hay quien se plantea si la respuesta de Estados Unidos con las bombas atómicas fue debido a la respuesta supuestamente insolente del primer ministro japonés o estaba planificada al margen de sus declaraciones.

Solución: una agencia de traducción con traductores nativos

Conseguir un nuevo cliente siempre es un pequeño éxito y a la vez una enorme responsabilidad. Cada nuevo encargo de traducción supone un reto a cumplir con la mayor precisión y rigor posible. Y con cada cliente será necesario mantener un canal de comunicación fluido que nos permita conocer sus demandas y peticiones acerca del texto. Y, a su vez, poder aconsejar sobre los detalles específicos a tener en cuenta para la traducción, de cara a evitar posibles errores en la traducción.

No conversar con el usuario respecto de la traducción a realizar es uno de los primeros errores de traducción que pueden tener lugar en la relación entre una agencia profesional y sus clientes.

Existen, sin embargo, otros errores frecuentes en la traducción que debemos tratar de no cometer si no queremos ofrecer una mala experiencia al cliente. Una traducción sin errores beneficiará, además, a la reputación de la empresa. Y a la de sus traductores profesionales.

Compromiso de calidad con la traducción

En Online Traductores contamos con el sello de Confianza Online, cuya función consiste en el compromiso de cumplir con unos protocolos éticos y de responsabilidad. Entre ellos, ofrecer una traducción de calidad hacía el cliente. Y en este sentido, por calidad se entiende una traducción ajustada a las demandas del cliente. Libre de errores (ortográficos, gramaticales) y cuyo mensaje final mantenga su perfecta comprensión con respecto al texto original.

El error de no elegir a un traductor especializado

Uno de los errores en la traducción de campañas publicitarias más frecuentes se da cuando una agencia decide encargar un determinado proyecto a un traductor no especializado en el campo o área en que está enmarcada el texto original. Un traductor profesional podrá llevar a cabo una buena traducción en digamos, medicina. Pero seguramente no la mejor traducción puesto que encontrará problemas a la hora de manejar el vocabulario técnico médico.

Un traductor debe especializarse. Cubrir uno o varios temas sobre los que lograr experiencia y habilidad con el tiempo. Esto evitará cometer errores de traducción por desconocimiento de la materia en cuestión. Ayudará a conocer expresiones, jerga, vocabulario técnico, etc. Así como a tratar a diferentes clientes de un mismo ámbito profesional.

Será la empresa de traducción la que deba contar con un completo y variado equipo de profesionales y nativos. Así, tendrá la opción de elegir al traductor más adecuado a cada proyecto o demanda del cliente.

De este modo se evitarán errores indeseados en traducciones simples o juradas que puedan hacer perder la confianza del cliente en una agencia de traducción o en sus profesionales.

Errores en la traducción: gramaticales y de comprensión

A veces los textos a traducir son extensos y requieren una gran dedicación. También un importante periodo de análisis y comprensión del texto. Ya sea jurado o simple, un error que nunca debe cometerse es el de no estudiar previamente el carácter del texto a traducir. Reconocimiento del estilo empleado, análisis del lenguaje técnico. En definitiva, familiarizarse con el texto original y comprender su mensaje o intención principal. Y solventar cualquier duda o aspecto necesario con el cliente al respecto del texto original.

Una vez listo y preparado para la traducción, la dedicación hacía él es innegociable. Hay veces que la cantidad de palabras del texto es muy alta y requiere un gran afán y empeño. Para evitar posibles errores hay que tener en cuenta los sobreesfuerzos. Trabajar la traducción cuando se esté descansado. Evitar tener que llegar a delegar parte de la traducción por la urgencia o el cansancio.

El sobreesfuerzo es sinónimo de posibles errores gramaticales. O de interpretación que acaban por derivar en problemas de fondo en la traducción.

Los errores en la traducción no deben sin embargo convertirse en una preocupación. La revisión es otra parte ineludible del proceso de traducción. Todos cometemos errores u omisiones en nuestros trabajos. De ahí que la etapa de revisión, hecha por el propio profesional encargado del texto o por un especialista en revisar texto es fundamental. Para así detectar y corregir esos fallos imperceptibles en la primera escritura.

Una empresa profesional evitará que se produzcan errores publicitarios como estos en caso de que ofrezca un servicio de traducción publicitaria de calidad.

En Online Traductores contamos con un amplio abanico de servicios de traducción para empresa que necesiten llegar a clientes de otros países o mercados. Si necesita solicitar presupuesto a una empresa de traducción, puede hacerlo sin compromiso.

Le atenderemos y ayudaremos encantados a evitar errores en la traducción de campañas publicitarias para su negocio.

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