La traducción profesional de normas de seguridad debería dejarse en manos de una empresa de traducción con experiencia. Y ello porque este tipo de traducciones acarrea ciertos riesgos que no son comunes a cualquier traducción.
Una traducción con errores puede desembocar en accidentes, denuncias y clientes insatisfechos. Cada uno de estos problemas supone un alto coste personal y económico que puede evitarse con la sencilla contratación de una empresa de traducción.
La puntualidad de una agencia de traducción
La traducción de normas de seguridad no siempre es un trabajo que pueda realizarse pausadamente. Cuando aparece un encargo en el extranjero o se hace necesario contratar a personal de terceros países, es muy probable que haya que facilitarles instrucciones de seguridad e higiene laboral en un idioma que entiendan.
Es frecuente que las contratas marquen tiempos de trabajo difíciles de seguir si no se cuenta con traductores nativos. De hecho, en la mayoría de las ocasiones en que se necesitan traducciones rápidas, la mejor opción es contratar a una agencia de traducción profesional.
Hay que tener en cuenta que cualquier error o malentendido en una traducción tan técnica como es la de las normas de seguridad puede tener consecuencias muy graves. Es por eso que resulta fundamental ser capaz de reaccionar en tiempo récord.
La precisión de los traductores nativos
Las normas de seguridad emplean un lenguaje muy técnico, lo que las convierte en un formato especialmente difícil de traducir. Especialmente cuando las normas deben ser revisadas o pueden ser controladas por entidades externas a la organización.
Es el caso de las empresas que se enfrentan a inspecciones de organismos públicos o de entidades de control de calidad. Es muy común que la obtención y mantenimiento de ayudas dependan de tener este tipo de textos en regla.
Este proceso es especialmente importante cuando se comparte centro de trabajo con trabajadores extranjeros o se envía a los propios empleados a realizar servicios fuera de las fronteras nacionales. Por ello es especialmente importante contar con el servicio de profesionales titulados o traductores nativos para encargarse de este tipo de traducción de textos técnicos.
La traducción de normas de seguridad en otros ámbitos
Hasta el momento, el artículo se ha centrado en la traducción de normas de seguridad e higiene laboral. Pero debe tenerse en cuenta que este no es el único campo en que se necesita traducir este tipo de normas.
Seguridad del consumidor
Es frecuente que los equipos y productos deban ir acompañados de instrucciones que adviertan de los riesgos de su uso. En este caso, una adecuada traducción podría salvar al distribuidor o fabricante de una demanda si se deriva un daño por la utilización del equipo. Por eso es fundamental que se traduzca adecuadamente ese manual.
De hecho, en países como España muchos productos tienen que llegar, obligatoriamente, con un manual de instrucciones en castellano. De lo contrario, el cliente podrá reclamar al fabricante.
Normas de acceso y protección ambiental
Pero siguen existiendo campos en los que es necesario traducir normas de seguridad, más allá de los ámbitos de consumo y laboral. Es el caso de las normas de acceso a determinados espacios, especialmente en ambientes industriales. También ocurre en las instrucciones de manipulación de residuos peligrosos para el medio ambiente. En estos casos es especialmente importante una buena traducción. Una manipulación errónea de ciertos residuos peligrosos puede desembocar en problemas para la salud y el medio ambiente.
En realidad basta con una breve reflexión para darse cuenta de los numerosos ámbitos en los que resulta de vital importancia disponer de unas instrucciones de seguridad fácilmente comprensibles.
¿Cómo funciona el proceso de traducción de las normas de seguridad?
El proceso de traducción de las normas de seguridad es muy riguroso. El proceso comienza con una evaluación inicial del documento para identificar términos técnicos específicos y definir el alcance del trabajo. Un traductor especializado, preferiblemente nativo del idioma de destino y con conocimiento profundo del lenguaje técnico y regulaciones específicas, se encarga de la traducción inicial. Durante esta fase, se utilizan herramientas de Traducción Asistida por Computadora (CAT) y glosarios específicos para mantener la consistencia terminológica y gestionar grandes volúmenes de texto.
Una vez completada la traducción inicial, un segundo traductor o revisor especializado realiza una revisión exhaustiva para corregir errores, mejorar la fluidez del texto y asegurar la fidelidad al documento original. Se presta especial atención a la consistencia en el uso de términos técnicos y la coherencia estilística a lo largo del documento. En caso de dudas sobre términos muy específicos, se consulta con expertos en la materia para asegurar la exactitud de cada termino. Finalmente, se realiza una última revisión para corregir errores tipográficos o de formato y verificar que el texto sea fluido y natural en el idioma objetivo.
Las herramientas y tecnologías utilizadas en este proceso, como Trados Studio y MemoQ, ayudan a mejorar la eficiencia y precisión. Las memorias de traducción y glosarios específicos del cliente aseguran la coherencia y el uso correcto de la terminología técnica.
Normativas y estándares internacionales
Las normativas internacionales como ISO 45001 y OHSAS 18001 son fundamentales para la gestión de la seguridad y salud en el trabajo. La ISO 45001 establece los requisitos para un sistema de gestión de la seguridad y salud, ayudando a las organizaciones a mejorar la seguridad de los trabajadores y reducir riesgos. La OHSAS 18001, aunque reemplazada por ISO 45001, sigue siendo relevante en algunos contextos. La traducción precisa de documentos relacionados con estas normativas es crucial para asegurar que los procedimientos y políticas se implementen correctamente, evitando incumplimientos y sanciones.
Cumplir con estas normativas internacionales también mejora la reputación de la empresa, demostrando un compromiso con la seguridad y la calidad. Las diferencias en las regulaciones de seguridad laboral entre países hacen que la traducción y localización de estos documentos sean esenciales para el cumplimiento legal en cada jurisdicción. Antes de realizar una traducción, es esencial investigar y entender las normativas locales del país objetivo. Colaborar con expertos locales en normativas de seguridad puede mejorar la precisión y relevancia de la traducción.
Cumplir con normas internacionales no solo mejora la reputación y confianza de los clientes, sino que también reduce riesgos de accidentes y enfermedades laborales, mejorando la eficiencia operativa y fomentando una cultura de mejora continua en la empresa.
No basta con una buena traducción
Por otro lado, cabe señalar que cuando se habla de normas de seguridad no basta con realizar una buena traducción. En estos casos es fundamental realizar una revisión profesional, y solo una agencia de traducción profesional puede garantizar que se realice este tipo de revisiones.
De hecho, dar el visto bueno a una traducción de normas de seguridad con errores podría conducir a provocar riesgos innecesarios al destinatario de la norma. Pero también a ser objeto de demanda a quien debió traducirla adecuadamente.
Conclusión
Por todo ello, ninguna empresa que necesite realizar la traducción de normas de seguridad debería prescindir de una empresa de traducción con experiencia.
En Online Traductores contamos con un equipo de traductores nativos profesionales. Al trabajar con traductores nativos nos convertimos en una empresa de traducción a otros idiomas capaz de ofrecer traducciones al alemán, traducciones al italiano, traducciones al inglés y, en todos los casos, ofrecer el mejor resultado en todos los proyectos.
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Traductora profesional y Gerente de Online Traductores desde hace más de 13 años. Trabajo para lograr que las empresas puedan internacionalizarse sin barreras ni obstáculos idiomáticos.