Como hemos comentado en más de una ocasión, una buena empresa de traducción debe ofrecer a sus clientes una alta calidad en los textos, pero esto normalmente no es suficiente, pues el cliente requiere que la traducción se realice en un corto plazo de tiempo. A día de hoy, muchos clientes se han habituado al uso de traductores automáticos que, pese a ofrecer traducciones de una calidad muy cuestionable, las realiza en cuestión de segundos, por lo que el trabajo de un traductor profesional debe poder competir contra esos tiempos.
Por tanto, para proveer un servicio que resulte atractivo es igual de importante la calidad a la hora de traducir como el tiempo que se emplee y el trato directo con el cliente para ajustarse lo máximo posible a sus necesidades. Hoy hablaremos de las traducciones rápidas y de todo lo que implican.
Una traducción de calidad no puede ser realizada por cualquier persona, pues requiere de unos conocimientos y una formación al alcance únicamente de traductores profesionales.
Por ello, aquellas empresas o particulares que realmente necesiten una traducción rápida y perfecta deben prescindir de traductores automáticos y buscar una agencia de traducción con experiencia y, a ser posible, que cuente en su plantilla con traductores nativos.
Está demostrado que los nativos son capaces de realizar traducciones más ajustadas a su idioma que las personas que aprendieron el lenguaje de manera posterior.
Además de la calidad de la traducción, otro de los beneficios que tiene contar con un traductor experto es el compromiso que adquiere con el cliente de entregar el trabajo en un tiempo determinado. Desde hace un tiempo, trabajamos para ofrecer traducciones muy pulidas en el menor tiempo posible para que el cliente no tenga la necesidad de acudir a una herramienta automática sacrificando la calidad de su traducción.
Son muchos los servicios que requieren de una traducción en un corto periodo de tiempo. Las traducciones para publicidad y marketing o las traducciones de manuales de instrucciones, por ejemplo, suelen ser urgentes porque la empresa necesita los textos para dar forma a campañas publicitarias o maquetar los manuales de instrucciones que incluirán los productos que se pondrán a la venta.
Controlar los tiempos también es básico en otros servicios como la interpretación de llamadas telefónicas tiene que ser prácticamente automática, de manera que el ritmo de la conversación fluya con facilidad y se pueda desarrollar una conversación productiva para ambas partes. En estos casos, el lenguaje requerido no es tan profundo y detallado como en el escrito, pero requiere un mayor esfuerzo mental por parte del traductor para interpretar la información. Es en estos casos donde los traductores nativos cobran más importancia.
En el caso de los textos escritos es importante que el proceso de traducción de un idioma a otro sea lo más reducido posible, de manera que la diferencia de lenguaje no influya negativamente en las actividades del cliente.
Por ejemplo, los textos técnicos que tratan sobre un proyecto que se está llevando a cabo en el momento de la traducción, requieren que la información sea entendida por el destinatario en el menor tiempo posible para que pueda aportar una solución.
Sucede exactamente lo mismo con los textos legales, donde conocer el contenido de una sentencia o realizar traducciones juradas, para lo que se necesita una licencia especial concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, debe tardar el menor tiempo posible para que no afecte al curso del proceso legal, creando así una imagen de traducciones rápidas, pero de máxima calidad.
Pero la celeridad en la entrega no debe limitarse únicamente a los textos urgentes. Hay otro tipo de traducciones que quizás no necesiten ser terminadas en 24 o 48 horas, pero eso no debe ser impedimento para que la agencia de traducción realice el servicio en el menor tiempo posible para la comodidad del cliente, ya sean páginas web, anuncios publicitarios o incluso contenidos audiovisuales.
Por tanto, a la hora de contratar a una empresa de traducción hay que tener muy en cuenta el plazo en el que pueden llevar a cabo el trabajo. Habitualmente, los traductores profesionales son aquellos capaces de ofrecer una alta calidad en un corto periodo de tiempo, y esto hace que sean los más demandados tanto por empresas como por particulares.
Como decíamos hace unas líneas, a día de hoy nadie puede competir la rapidez que ofrece una máquina de traducción automática. Lo que sí podemos asegurar es que nuestras traducciones rápidas tienen rigor y calidad. ¿Puedes garantizar que la mala traducción de una máquina no provocará que tu empresa se haga viral en redes sociales por un error absurdo?
En Online Traductores trabajamos rápido, pero lo hacemos bien. Cuidamos los detalles, el mensaje del texto y el tono para ofrecer una traducción cuidada y de calidad sin olvidarnos de que el día a día de nuestros clientes requiere trabajar rápido para adaptarnos a sus tiempos.
Traductora profesional y Gerente de Online Traductores desde hace más de 13 años. Trabajo para lograr que las empresas puedan internacionalizarse sin barreras ni obstáculos idiomáticos.
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